*Leonardo Bravo, preso por defraudar 100 millones en Zinacantepec *Falta detener a Daniel Mortera, autor material del saqueo al municipio *Afirman que Octavio Mena, titular del OSF, los cubrió de impunidad *Sale a flote corrupción millonaria en Congreso del Estado de México *Incluso mencionan como parte de “raros manejos” a Higinio Martínez No crean ustedes que con el encarcelamiento de Leonardo Bravo, ex alcalde de Zinacantepec, todo quedó “olvidado”.
Todavía falta que presenten a Daniel Mortera, ex tesorero del mismo municipio y quien, dicen, es el verdadero responsable del saqueo en esa localidad por más de 100 millones de pesos. Por supuesto que el asunto tiene muy preocupado a Esiquio López Trevilla, abogado de Bravo, quien está buscando por todos los medios sacar a su cliente de la cárcel, basando su defensa, primero en el ex tesorero y segundo, en algunos legisladores. Ante ello es que ha solicitado un “careo” entre su defendido y diputados integrantes, en su momento, presidente y secretario de la Junta de Coordinación Política, Higinio Martínez Miranda y Eruviel Avila Villegas, respectivamente, pues al parecer, “algo raro anda por ahí”. Lo que nosotros sabemos, es que el encierro de Leonardo Bravo y algunos otros ex funcionarios municipales, no se hubiera logrado sin la publicación en este rotativo de la auditoría aplicada a la administración de Bravo, y que “durmió el sueño de los justos”, gracias –dicen-, a que esos hoy ex funcionarios supieron “llegarle al precio” a Octavio Mena Alarcón, titular del Organo Superior de Fiscalización, lo que permitió “frenar” todas las acciones legales, pero sobre todo penales en contra del ex alcalde. Poco le duró el gusto a Leonardo Bravo, sin embargo, ¿será parte de su defensa acusar a Mena Alarcón? Quiero comentar que se habla de mucho dinero “de soborno” y si Leonardo Bravo dijera cuánto le pidieron por “esconder” las cuentas del gobierno municipal, tal vez, podrían lograr que “su condena” disminuyera, incluso, ¿quién nos dice que Leonardo pueda salir de la cárcel y entrar en su lugar Mena Alarcón o alguno de sus esbirros? La situación en el Congreso local está que arde. Las corruptelas que ahí se cometen ¡son millonarias!, si no protegen alcaldes corruptos, negocian cuentas públicas, tapan al gobernador Enrique Peña y se embolsan miles de millones de pesos, no sólo en efectivo, sino también en especie, y eso si lo da a conocer Leonardo Bravo, que está “muy empapado” de cómo se manejan las cosas al interior de la Cámara, aún siendo el alcalde, pues ¿se imagina usted cuántas cabezas rodarían? De otra forma, no podemos explicarnos el porqué el presidente de la Comisión de Procuración y Administración de Justicia del Congreso mexiquense, Carlos Alberto Pérez Cuevas, ha solicitado a Hesiquio López Trevilla, abogado de Leonardo Bravo, “no politice” (según él) el asunto, cuando se notó que “no le cayó muy en gracia” que se pidiera el famoso “careo”, pero de ser así, ¿por qué no pedir ese encuentro con Mena Alarcón y sus cómplices”. Si bien es cierto que Higinio López ¡estaba enterado de las triquiñuelas cometidas en el Organo Superior de Fiscalización, también puede ser que Higinio estuviera “igualado” con ese órgano para “hacerse el occiso”. En este rotativo obran documentos que prueban ¡oficialmente!, que Higinio López estaba enterado de las anomalías que se cometen en el OSF; que supo de las auditorías realizadas, no sólo a Zinacantepec, sino a casi todos los ayuntamientos mexiquenses y, literalmente, ¡se hizo el occiso!, cuando debió ordenar “transparencia” en el manejo de esa documentación. Quiero comentar que ayer, en conferencia de prensa, Domitilo Posadas Hernández confirmó que el abogado del ex edil presentó ante la Junta de Coordinación Política del poder Legislativo una solicitud de careo para los diputados antes citados, lo cual, para él, y suponemos que para muchos otros legisladores, esta situación es preocupante “por los alcances legales” que implica el careo que es una etapa procesal para poder controvertir cuando alguien denuncia a otra parte. Parece que “lo que a los legisladores les da miedito” es que Leonardo Bravo abra la boca y haga caer en “contradicciones” a los citados legisladores, pero resulta un tanto “intrascendente” que se cite a careo a Higinio López y Eruviel Ávila con Leonardo Bravo, cuando “la verdad” la conoce sólo Octavio Mena Alarcón y sus cómplices, que son los que le “ayudan” a recaudar “la cuota” de los alcaldes corruptos para “ayudarlos” a limpiar sus finanzas, es más, dicen que Mena Alarcón sigue teniendo “esa práctica” a través de “particulares” amigos suyos, que le hacen el “favor” de ayudarlo. Dicen, en ese despacho, “les va tan bien con los alcaldes corruptos” que los sueldos que pagan a los contadores fiscales, ¡son altísimos! Por ahí debiera empezar el careo que exige López Trevilla y no tratar de levantar polvo, para desviar la atención de la verdad que encierra este tan “penoso” asunto que llevó a la cárcel a Leonardo Bravo. Lo que dijo Domitilo Posadas es que éste, “no es un caso entre los diputados Higinio Martínez Miranda y Eruviel Avila Villegas contra el acalde, sino es un poder del Estado de México, sí contra el alcalde, que ha detectado irregularidades con herramientas técnicas, con auditorías que están determinadas y que implicaban o determinan que hay malos manejos o irregularidad en las cuentas públicas” y estamos de acuerdo con Domitilo Posadas pero, ¿por qué no ampliar el caso?, si de verdad éste, como algunos otros legisladores, quisieran transparentar el trabajo de la Legislatura, que empiecen por “barrer su casa”. Insisto, aquí hay documentos que demuestran que Higinio López estaba enterado de los abusos que se cometían en el Órgano Superior de Fiscalización, lo que llevó a “esconder” por un buen tiempo las auditorías aplicadas a Zinacantepec, y a otros tantos municipios, y estamos ciertos que, de no haber sido publicadas, ¡seguirían durmiendo el sueño de los justos!, eso lo sabe Domitilo Posadas y todos los demás legisladores, entonces, ¿por qué les sorprende la estrategia del abogado de Leonardo Bravo? Si bien es cierto que el ex alcalde de Zinacantepec merece ser castigado por los faltantes en las arcas municipales, también merece defenderse de los ¡abusivos! ¿Cuánto habrá pagado a Mena Alarcón por su silencio?, bueno, pues ese “efectivo”, bien puede ser “recuperado”, pues estamos ciertos que “parte del desfalco” que salió a relucir con las auditorías, tuvo que ver con “lo que en efectivo” le entregaron Leonardo Bravo y su tesorero a los “hombres” del titular del Organo Superior de Fiscalización, dinero por el cual, ¡le prometieron protección!, y ya ven, fue tal “la protección” que ahora el ex alcalde ¡está en la cárcel! ¿Qué no le hierve la sangre al ex alcalde por esa situación? Dicen, cuando se dictó auto de libertad a la esposa de Leonardo Bravo, Mena Alarcón “respiró”, pues sabía que ¡por su culpa! Había sucedido todo, es más, dicen que ¡hasta los altos se pasó por proteger a la señora de Bravo asegurando que ella no tenía nada que ver!, incluso, hizo ver que la denuncia que ¡se vio obligado a presentar ante la Procuraduría contra Leonardo Bravo, no inmiscuía a la esposa, y eso era lo que en realidad le preocupaba, que la señora de Bravo pensara que él, Octavio Mena ¡era un traidor! Ahora bien. Sepan ustedes que esta situación ¡costó el puesto a muchos contadores fiscales! que trabajaban en el Órgano Superior de Fiscalización. Gente que incluso fue ¡amenazada! para que hicieran las cosas, como Mena Alarcón ordenaba, mas no para que siguieran un plan de trabajo, conforme lo manda una auditoría fiscal. Por su puesto, hay quienes se prestaron al juego de Mena y siguen en su chamba, disfrazando auditorías y haciéndose como que no saben nada de los malos manejas de “su jefe”, pero otros, los que “no se prestaron al juego”, ¡están fuera del Congreso!, demostrando con esto que ahí, en la H. Legislatura Mexiquense, ¡sólo caben los corruptos! De lo anterior, también tenemos pruebas físicas de lo que ha acontecido con algunos hoy ex trabajadores del Congreso, lo cual, ¡no se vale!, pues estamos viendo que el Estado de México ¡prepara a los profesionistas para la corrupción!, el que jala, tiene chamba, y se hace millonario, el que no, se queda sin chamba y hasta le pueden fincar responsabilidades administrativas y penales, por no prestarse a las “corruptelas” de los meros, meros. Qué pena tener que decir que la administración mexiquense, en todos sus niveles, ¡es fábrica de delincuentes de cuello blanco! Por lo pronto, que Hesiquio López Trevilla no quite el dedo del renglón y exija el careo, pero insistimos, que no sólo sea con los legisladores antes mencionados, si de verdad quiere defender a su cliente, que busque carear a Octavio Mena con Leonardo Bravo, sería interesante saber qué tienen que decirse ambos personajes, ¿o no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario